Lo único que mantiene viva anímicamente a una persona es la esperanza, por eso se dice: si se pierde la esperanza se pierde todo.
Esa relación comercial de amistad o
de pareja solo tiene sentido si y se mantiene en el tiempo es si hay esperanza.
Una de las
sensaciones más angustiosas por las que alguien puede pasar es aquella en la
que todo deja de
importarnos. Cuando perdemos la esperanza y nada nos importa se crea un
vacío en nuestro interior que parece absorber cada gramo de felicidad. V 20 “Clamo a ti, y no me oyes; Me presento, y no me
atiendes.”
Tener esperanza es creer que eso que deseamos será
posible, que eso que anhelamos lo conseguiremos, por lo tanto, perder la
esperanza es creer que nada de lo que deseamos será posible, un empleo, una
empresa una pareja, ser feliz. Etc.
Cuando
se pierde la esperanza, el corazón se debilita y las luces de ilusión se apagan
en un instante. Es en esos momentos de desesperanza donde el alma se siente
perdida y sin rumbo, como si todo lo que alguna vez fue hermoso se hubiera
desvanecido. V 26 “Cuando esperaba yo el bien, entonces vino
el mal; Y cuando esperaba luz, vino la oscuridad.”
Sin
embargo, es importante recordar que incluso en los momentos más oscuros,
siempre hay una pequeña chispa de esperanza que puede encender el fuego de la
determinación y la fortaleza. Mantener viva esa chispa, aunque sea diminuta, es
lo que nos permite encontrar el camino hacia la felicidad y la paz interior.
No
debemos permitir que la desesperanza nos consuma, sino más bien debemos
encontrar la fuerza para seguir adelante, sabiendo que la esperanza es la luz
que ilumina incluso los caminos más difíciles. 2 corintios 4: 9 “perseguidos, mas no desamparados;
derribados, pero no destruidos;”
En
momentos de incertidumbre y desesperanza, es fundamental encontrar formas de recuperar
la esperanza perdida. La esperanza es un poderoso motor que nos impulsa a
seguir adelante, a creer en un futuro mejor.
Como
recuperar la Esperanza.
1.
Creyendo que con Jesucristo tenemos fuerzas para seguir luchando. Filipenses 4:
13 “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.” Nada es fácil en este mundo, no
importa cuantas veces tengas que intentarlo nunca desistas.
2.
Cambiando nuestra manera negativa de pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad.” Los
pensamientos negativos y derrotistas matan nuestra esperanza.
3.
Aceptando nuestra realidad y disfrutando cualquiera que sea nuestra condición.
Filipenses 4: 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo
y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer necesidad.” Esto no
quiere decir que debemos resignarnos a lo que nos está pasando.
·
3.1. Esto quiere
decir que debemos disfrutar lo que tenemos mientras nos esforzamos y luchamos
por conseguir algo mejor.
Lo
ultimo que se pierde es la esperanza, no permitas que las circunstancias
difíciles te desanimen, nunca dejes de luchar por alcanzar tus propósitos, con
Jesucristo es Posible.