La angustia es un estado afectivo que causa malestar sensación de sofoco, sufrimiento mental e incluso tristeza. Está relacionada con el temor (miedo irracional), la desesperación y, en muchos casos, con la incertidumbre. El miedo a la separación, el acoso en la escuela o en el trabajo o los pensamientos irracionales e intrusivos, entre otras situaciones, pueden provocar angustia.
Puede tener diversas causas,
como traumas, duelo, estrés crónico y
enfermedades mentales, y puede acarrear innumerables consecuencias
físicas y emocionales.
Como evitar la Angustia.
1. No Creyendo que estamos solos. V
1 “¿Por qué estás lejos,
oh Jehová,
Y te escondes en el tiempo de la tribulación?” el sentimiento de soledad
agrava más la angustia en nuestro corazón. Jesucristo siempre está con
nosotros.
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1.1. Relaciónate con tu familia, nuestra familia es la
mejor compañía que podemos tener.
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1.2. La presencia de problemas en nuestra vida no es
sinónimo de ausencia de Dios, Jesucristo no promete quitarnos los problemas.
Jesucristo promete estar con nosotros en los problemas para ayudarnos a superarlos.
Isaías 43: 2 “Cuando
pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”
2. No sufriendo por la Prosperidad
de los demás. V 4 “El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No
hay Dios en ninguno de sus pensamientos” el estar pendiente de lo que
hacen los malvados nuestro corazón se amarga hasta llegar a sentir envidia de
los malos. Salmos 73:3 “Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad
de los impíos.”
3. No pobreteándonos por todo. V 12
“Levántate, oh Jehová
Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres” las personas de fracaso
por lo general siempre se sienten inferiores.
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3.1. La forma de hablar de las personas de fracaso
siempre es negativa a si estén bendecidos, ellos dicen pobrecito mi hijo solo
trabajando, estudiando o desarrollando cualquier otra actividad.
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3.2. Lo que para las personas de éxito es un motivo de
orgullo y agradecimiento para los de fracaso es una excusa para estarse
lamentando.
4. No anhelar el Castigo para los
malos. V 15 “Quebranta
tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna”
Jesucristo más que desear destruir a los malos él los quiere transformar.
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4.1. Cada vez que desees el castigo para los que
consideras malos, recuerda que antes de conocer de Cristo también éramos malos
y es más, ahora que conocemos de Cristo todavía seguimos siendo malos ya que
aún no somos perfectos.
Muchas personas no se angustian
tanto por lo malo que le pueda pasar se angustian más el saber que Dios todavía
no ha castigado a los malos que nosotros queremos que los castigue. El solo hecho de estar deseándole mal a los
malos nos convierte en uno de ellos.