24_12

Isaías 46. Padres por Siempre

 
Los hijos son el regalo más grande que Jesucristo pudo brindarnos y con ellos aprendemos realmente lo que es el amor verdadero. El amor entre un hijo y sus progenitores es infinito, desde que un hijo nace para sus padres se convierte en el ser más perfecto que jamás haya existido.

Tener hijos es algo maravilloso y también representa uno de los mayores desafíos personales al que nos podemos enfrentar, pues las preguntas que pueden llegar a surgirnos sobre su educación pueden ser interminables.

Los amigos te pueden abandonar, el dinero se puede acabar, la salud física se puede deteriorar, pero el amor de un verdadero padre será por siempre.

La responsabilidad de un verdadero padre no tiene límites de edad. V 4 “Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.

Jehová es nuestro ejemplo, el esta con nosotros siempre, en los momentos de alegría ríe con nosotros y en los momentos de angustia está con nosotros para apoyarnos. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti

Un padre por siempre nunca dejara de ver a sus hijos con los ojos del corazón, es decir no importa como sea ese hijo para su padre siempre será alguien de gran estima. V 4 “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.

Un padre por siempre nunca dejara de proteger a sus hijos. V 5 “No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.”  Un padre siempre esta dispuesto a dar su protección, física a medida de lo posible, su protección emocional.

En boca de un verdadero padre o madre siempre se encontrarán palabras de ánimo, de estímulo y sobre todo siempre hablara con amor.

Un padre por siempre esta preparado para entrenar a sus hijos para las grandes batallas de la vida. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;”    

La única forma de preparar y entrenar a nuestros hijos y a cualquier otra persona es en base a la corrección, sin corrección no hay perfección. Jeremías 30: 11 “Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré” 

Jehová como buen padre que es, no nos destruye, no nos lastima, pero no nos deja sin la corrección. No importa cuantos años tengan nuestros hijos estén solteros o casados siempre estarán bajo nuestro cuidado y corrección.

No importa cuantos años tengamos seamos jóvenes o viejos, Jehová siempre estará ahí para ayudarnos y cuidarnos. V 4 “Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.

Nuestros hijos siempre serán nuestros hijos y nosotros siempre seremos sus padres, ellos siempre deben contar con nosotros, no saques a tus padres de tu vida y te ira bien. Nunca saques a Jesucristo de tu vida y siempre tendrás una vida de felicidad.

ESCUCHA NUESTRA RADIO CLIK AQUÍ

Print Friendly and PDF