24_12

Isaías 45. Como tener una vida de Éxito.


La mayoría de los seres humanos en especial los cristianos queremos tener vidas de éxito.

pero lo malos es que también muchos creemos que para tener vidas de éxito tan solo se necesita pedírselo a Dios y sentarse a esperar.

Para una persona de éxito no existe la buena suerte o la mala suerte. Para la persona de éxito la buena suerte no es más que la capacidad más la oportunidad. Si se te presenta la oportunidad y estás preparado la puedes aprovechar y te ira bien.

Los cristianos no creemos en la buena o la mala suerte y tampoco nos confiamos de nuestra capacidad. El que abre y cierra puertas es Jehová y su hijo Jesucristo. V 1 “Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrará

Como tener esa vida de Éxito tan Esperada.

1. Dejando que sea Jehová quien nos guie en el camino al éxito. V 2 “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos;” en nuestra propia fuerza o capacidad podemos ganar algunas batallas, pero Jesucristo nos lleva a ganar las guerras.

2. Aceptando que es Jesucristo quien nos da lo que necesitamos. V 3 “y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre” los propósitos de Jesucristo para nuestra vida sobrepasan a nuestros planes personales.

3. Clamando por la misericordia de Dios. V 4 “Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste” si Dios nos ayuda no es porque lo merezcamos. Jehová abre puertas de oportunidad solo porque él es bueno y aunque no lo merezcamos él nos ayuda.

4. Reconociendo que no hay otro Dios más grande que Jehová. V 5-6 “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo” tal vez ya no tenemos ídolos colgados en la sala de nuestra casa, pero hemos permitido que el dinero, el trabajo, la familia o nosotros mismos nos convirtamos en Dioses.

5. No contradiciendo a Jehová. Él es el Dios y nosotros solo sus siervos. V 9-10 “¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡El tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces? o tu obra: ¿No tiene manos?, ¡Ay del que dice al padre: ¿Por qué engendraste? y a la mujer: ¿Por qué diste a luz?!” nuestras oraciones deben ser para mantener una perfecta relación con Dios y no para lamentarnos o exigirle milagros.

6. Creyendo que Jehová es el Dios que hace posible lo que para el hombre es imposible. No importa cuán difícil sea lo que has emprendido con Jesucristo será posible. V 14 “Así dice Jehová: El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía, y los sabeos, hombres de elevada estatura, se pasarán a ti y serán tuyos; irán en pos de ti, pasarán con grillos; te harán reverencia y te suplicarán diciendo: Ciertamente en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios.” no importa cuán difícil o imposible parezca lo que queremos lograr, con Jesucristo es posible. Solo se necesita paciencia, Dios actúa en su momento no en el nuestro.

7. No desplazando a Dios por ningún ídolo. Los ídolos no solo son imágenes. Los ídolos para muchos pueden ser el dinero, el trabajo, el deporte. Etc. Cualquier cosa que nos desvié de nuestros compromisos espirituales o seculares pueden ser nuestros ídolos. V 16-17 “Confusos y avergonzados serán todos ellos; irán con afrenta todos los fabricadores de imágenes, Israel será salvo en Jehová con salvación eterna; no os avergonzaréis ni os afrentaréis, por todos los siglos” los ídolos en forma de figuras de dioses o nuestros propios ídolos lo único que hacen es alejarnos de nuestra Relación con Jesucristo.

8. Manteniendo nuestra mirada siempre en Jesucristo. V 22 “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más” cuando nuestra mirada se desvía de nuestras metas espirituales o seculares siempre nos hace ir por el camino equivocado.

No importa cuantas puertas de oportunidad nos cierre el hombre, Jesucristo siempre abrirá muchas más, tan solo necesitamos confiar en el y someternos a su Gobernación.

Print Friendly and PDF