Decir que muchas personas del mundo quienes no conocen de Cristo están alejadas de él es normal y hasta común, lo triste es que muchos llamándose cristianos, congregándose en algún lugar y hasta siendo ferverosos en la Oración muchas veces están alejados de Cristo y ni siquiera se han dado cuenta. La razón para no darse cuenta es que el estar alejados de Jesucristo causa confusión y adormecimiento. V 15 “Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados.”
Israel se había alejado de Jehová,
pero Isaías quería marcar diferencia, el si quería seguir junto a Dios. V 17 “Esperaré, pues, a Jehová, el cual
escondió su rostro de la casa de Jacob, y en él confiaré.”
Este era el caso de la iglesia de
Laodicea. Se congregaban en nombre de Jesucristo se creían los mejores, pero
lastimosamente estaban alejados de Jesucristo, tanto que el mismo Jesucristo
consideraba que él estaba afuera de la iglesia. Apocalipsis 3: 20 “He aquí, yo estoy a la
puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré
con él, y él conmigo”
Son muchas las razones por las
cuales podemos terminar estando alejados de Jesucristo. Cada uno puede tener
una Razón diferente.
1. Enorgullecerse de las Muchas
Bendiciones. Apocalipsis 3: 17 “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido,
y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo.” el no saber administrar las
bendiciones de Dios causa:
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1.1. Endurecimiento de Corazón. Muchas personas son
bendecidas pero su corazón se ha hecho insensible a la necesidad de los demás.
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1.2. Genera Mal agradecimiento. Una persona orgullosa
no sabe reconocer lo que los demás hacen por él.
2. Falta de Compromiso en la Obra
de Dios. Apocalipsis 3: 15 “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá
fueses frío o caliente!” solo si nos comprometemos con lo que hacemos es como
nos avivamos y disfrutamos. La falta de compromiso con lo que hacemos causa:
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2.1. Desanimo. Una persona que no ama lo que hace
pronto se cansa y Renuncia.
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2.2. Mediocridad. Después del desánimo viene la
mediocridad, cuando no hacemos las cosas con ganas terminamos haciéndolas mal o
a medias.
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2.3. Negligencia. Hacemos las cosas, pero no cuando
toca hacerlas, hacemos las cosas, pero cuando queremos esto que las hagamos muy
tarde.
3. Envidia. El sentirse mal por los
logros de los demás es tan fuerte que hace que el hombre más próspero caiga de
la bendición. Salmos 73: 2-3 “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por
poco resbalaron mis pasos Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la
prosperidad de los impíos.” la
envidia amarga nuestro corazón y hace que no podamos disfrutar lo que tenemos.
La infelicidad de una persona
comienza cuando no valora lo que tiene por estar anhelando lo que no tiene.
4. Creer que con Jesucristo se nos
Terminan todos nuestros Problemas. Las personas que lo buscan creyendo esto
pronto terminan desmotivadas ya que Jesucristo no promete quitarnos los
problemas el promete acompañarnos cuando estemos pasando por esos problemas.
Isaías 43: 2 “Cuando
pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”
5. Falta de madures Espiritual.
Hebreos 5: 11-12 “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de
explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír, Porque debiendo ser ya
maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a
enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis
llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.” las
personas inmaduras siempre terminan enojándose con Jesucristo cada vez que
tienen algún problema familiar, social o en la iglesia.
Alejados de Jesucristo nada podemos
hacer, él es quien le da sentido a nuestra vida, sin Jesucristo nada bueno
podemos hacer. Juan 15: 4- 5 “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no
puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco
vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos;
el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de
mí nada podéis hacer”
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