25_02

Jeremías 12. No pierdas tu paz por Otros

 
Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón recibimos algo maravilloso, ese regalo maravilloso se llama Paz.

no importa cuantos problemas podamos tener Jesucristo nos da una paz que sobrepasa todo entendimiento. Filipenses 4: 7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Muchas personas lo tienen todo para ser felices, son muy bendecidas por parte de Dios más sin embargo es evidente su infelicidad.

Muchas personas en especial cristianas por estar pendientes de lo que le pasa a los demás no disfruta lo que tiene y vive infeliz.

La infelicidad más grande que un cristiano puede sentir es al ver como las personas del mundo viven bien. V 1 “Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?” la infelicidad de una persona comienza cuando no valoramos lo que tenemos por estar anhelando lo que no tenemos.

La manera más fácil de perder nuestra paz es cuando le cuestionamos a Dios por qué permite que los malos prosperen. V 2 “Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones” la envidia nos hace ver a los demás como perversos no merecedores de Perdón y Salvación.

El enojarnos por las bendiciones que otros reciben ocasiona en nosotros tropiezo, es decir en lugar de avanzar sentimos que vamos en retroceso. Salmos 73: 2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.

Debemos tener en claro que ese sentimiento de dolor al ver la prosperidad de otros se llama, envidia. Salmos 73: 3 “Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.” La en vidia entra de manera sutil a nuestro corazón de tal manera que muchas veces no nos damos cuenta.

La única forma de sacar de nuestro corazón cualquier sentimiento que dañe nuestro ser y robe nuestra paz es entrando en oración constante. V 17 “Hasta que, entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.”

El espíritu de Dios a través de la oración nos hace entender que la felicidad y la prosperidad de los impíos es transitoria, solo vive de apariencias. Su felicidad depende de lo material que pueda tener.

La envidia o el sentirnos mal por la prosperidad de los demás causa amargura en nuestro corazón. V 21 “Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas” la amargura en nuestro corazón roba la paz que nos da Jesucristo.

La mejor forma de conservar nuestra paz y poderla disfrutar con los nuestros es olvidándonos de los demás y dejando que sea Jesucristo quien actúe. Salmos 37: 1-2 “No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. 2Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán.”

Muchos cristianos sufren y cuestionan a Dios por los errores de los gobernantes del país y permiten que la paz de Cristo se esfume, no pueden cambiar al país, cuestiona a Dios y viven en infelicidad.

Deja de sufrir por los malvados, deléitate en las maravillas de Jehová y él te llenara de su Paz maravillosa. Salmos 37: 4 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”

No pierdas tu paz por causa de otros, lo que no puedes cambiar simplemente déjalo en manos de Jesucristo, el sabe que hacer y cuando hacerlo.

Print Friendly and PDF