Dios tiene un deseo y es que todo el mundo sea salvo. 1 Timoteo 2:4 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” Pero la única forma de que esto sea una realidad es a través de los mismos hombres. Por eso Dios nos llama para poder cumplir su propósito. Salmo 138: 8 “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.” Cuando Dios llama a alguien el mismo se encarga de facilitar los medios, el no desampara la obra de sus manos.
Dios llama a Ezequiel para
encargarle la gran comisión. V 3 a “Y me dijo: Hijo
de hombre, yo te envío a los hijos de Israel,”
Para tener éxito en cualquier
comisión o encargo que tengamos es decir para realizar un mandato eficiente sea
de carácter espiritual o secular es necesario que tengamos en cuenta algunas
cosas tales como:
1. A quien nos envía. V 3 b “a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus
padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día” debo conocer su
cultura, su condición económica, su capacidad cultural, todo esto me sirve para
hacer nuestro trabajo de manera más eficiente.
2. Cuáles son las condiciones del
lugar. V 4 “Yo, pues, te envío a hijos de duro
rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor.”
Que tanta receptibilidad hay con relación a lo que voy hablar o hacer.
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2.1. Saber que el trabajo no será Fácil. 3: 6 “No a muchos pueblos de
habla profunda ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; y si a ellos
te enviara, ellos te oyeran” saber esto hace que no nos decepcionemos
cuando no nos reciban con agrado. También nos sirve para que estemos siempre
preparados.
3. Debemos entender que la
comisión es una orden. V 5 “Acaso ellos escuchen;
pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo
profeta entre ellos.” Hay cosas en la vida que debemos hacerlas gústele
a la gente o no le guste.
4. Debo entender que cuando no
hago una comisión, me convierto en rebelde. V 8 a “Mas
tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa
rebelde;”
5. Debo prepararme. V 8 b “abre tu boca, y come lo que yo te doy” nadie da de
lo que no tiene, si quiero enseñar la verdad del evangelio, es necesario que
primero yo conozca la verdad, de lo contrario sería un ciego guiando a otro
ciego.
Pero este mandato no solo era en
la antigüedad, hoy todavía sigue vigente. Jesucristo retoma la orden y la
traslada a sus discípulos. Mateo 28: 19-20 “Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Jesucristo ya hizo su parte, el
con su muerte y resurrección propicio la salvación, pero para que el mundo se
salve depende de nosotros, ha pasado muchos años, pero la necesidad de obreros
que quieran ser instrumentos de Dios en el propósito de salvación, sigue siendo
el mismo. Mateo 9: 37 “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es
mucha, más los obreros pocos.”
Cristo no va a morir de nuevo, que
el mundo se salve o se condene depende de nosotros los llamados cristianos.
Escuchen o no nos escuchen nunca
dejemos de anunciar la verdadera palabra de Dios. Recuerda si lo hacemos Dios
siempre estará con nosotros hasta el fin del mundo.
