Muchos cristianos se decepcionan de Dios y lo consideran injusto, porque cuando ellos presentan delante de Dios a sus enemigos esperando que los destruya, Jehová los restaura y los salva. A muchos nos cuesta entender que Jesucristo no quiere destruir al malvado, el lo quiere restaurar tal como lo hizo con nosotros.
El único requisito
que Jesucristo nos exige es que nos arrepintamos de nuestros pecados 11 “Diles: Vivo yo, dice Jehová el
Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su
camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué
moriréis, oh casa de Israel?”
Cuando nos hacemos cristinos nos creemos tan santos que se
nos olvida que nosotros también estábamos encadenados por el pecado. Romanos 3:
9-10 “¿Qué, pues? ¿Somos
nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y
a gentiles, que todos están bajo pecado. 10Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;”
Jesucristo es un Dios de ley y
justicia, así él le allá declarada muerte al impío este tiene la oportunidad de
arrepentirse. V 14 “¿Y
cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su
pecado, e hiciere según el derecho y la justicia;”
Si el malvado además de arrepentirse restituye el mal que
hizo, Jehová le perdona y le salva la vida a si nosotros los que nos
consideramos justos no lo entendamos. V 15 “si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que
hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad,
vivirá ciertamente y no morirá.”
El echo de que hayamos recibido a Jesucristo en nuestro corazón
no es garantía absoluta de que ya tenemos salvación perpetua.
Si seguimos cometiendo pecado a si Jesucristo nos haya
declaro salvos, nuestros malos actos nos condenan. V 13 “Cuando yo dijere al justo: De
cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus
justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo.”
El que seamos salvos por gracia no significa que podamos convertir
nuestra libertad en libertinaje. Para hacer lo que se nos provoque. Gálatas 5: 13 “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis
llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino
servíos por amor los unos a los otros.”
Muchos cristianos se enojan con Jesucristo porque no castiga
o destruye a sus enemigos y lo tildan de injusto. V 17 “Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es recto
el camino del Señor; el camino de ellos es el que no es recto.”
Si el justo deja de hacer justicia recibirá castigo. V 18 “Cuando el justo se apartare de su
justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello.”
Si el malvado se arrepiente y hace las cosas bien vivirá. V 19
“Y cuando el impío se
apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia, vivirá por
ello.” Es decir, cada quien cosechara de lo que siembra.
No somos salvos por nuestras obras, pero si nuestras obras
determinan en quien hemos creído, Jesucristo dice que nuestros frutos son los
que nos identifican a quien le pertenecemos, por los frutos los conoceréis.
