Una cosecha extraña también es aquella que es inferior a como la esperábamos.
Para quienes estamos con Jesucristo es normal que siempre cosechemos mucho más del doble de lo que sembramos, por lo tanto para un cristiano una cosecha extraña podría ser cosechar tan solo lo normal o proporcional a lo que hemos sembrado. Deuteronomio 32: 30 “¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y Jehová no los hubiera entregado?”
Alejados de Jesucristo las cosechas siempre serán extrañas. Isaías 17: 10 “Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño” no importa cuánto se esfuerce las personas alejadas de Cristo solo verán las cosechas pero no las podrán disfrutar. V 11 “El día que las plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado”
Una cosecha normal para los comprometidos con Jesucristo es aquella donde se siembra poco y se cosecha en abundancia.
La cosecha extraña es contraria a la cosecha que recogemos con Jesucristo. Por mucho esfuerzo que se haga a la hora de la siembra la cosecha no refleja lo que se hizo. Hageo 1: 6 “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto”
Como evitar una cosecha Extraña.
1. Nunca alejándonos de Jesucristo. Juan 15: 5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” solo Jesucristo puede hacer que siempre demos fruto y fruto en abundancia. Juan 15: 4 “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”
2. Poniendo lo Poco que tengamos en las manos de Jesús. 2 Reyes 4: 2 “Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite” Jesucristo es especial en multiplicar lo que tenemos, multiplicar nuestras fuerzas o multiplicarnos a nosotros mismos. Deuteronomio 1: 11 “¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!”
3. Creyendo que ha Jesucristo leda Igual ayudarnos con poco o con mucho. 1 Samuel 14: 6 “Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos” lo único que Jesucristo necesita de nosotros es que nos atrevamos a actuar.
4. Teniendo el deseo de Sembrar. 2 Corintios 9: 10 “Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,” Jesucristo actúa a nuestro favor tan solo con la intensión de nuestro corazón, si nuestro deseo es tener conque ayudar a la obra de Jesucristo, él nos provee no solo para sembrar, nos provee para que podamos vivir de manera cómoda.
5. Creyendo que para Jesucristo todo es Posible. Marcos 9: 23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” con Jesucristo podemos cosechar al uno por mil. Todo lo que esperamos en el nombre de Jesús se multiplica. Marcos 4: 20 “Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno”
Para el pueblo de Dios lo más normal es cosechar al mil por uno, solo imprimimos el mínimo esfuerzo y cosechamos multiplicado, una cosecha extraña es cosechar menos de lo que sembramos o cosechar en igual proporción a la siembra.