Jesucristo no solo quiere un montón de gente reunida en algún lugar. Jehová quiere un pueblo para él. Jeremías 32: 38 “y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios.”
Un pueblo capaz de dejarse guiar por Jehová y que anhele someterse a su autoridad. El reunirnos para exigir milagros no significa que seamos su pueblo. Jeremías 32: 39 “Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos.”
En realidad los que siempre se reúnen para exigir son los de afuera los que no pertenecen a su pueblo. Mateo 6: 31-32 “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”
Características del Pueblo Verdadero de Dios.
1. La gente tiene necesidad de Buscar de Dios. Miqueas 4: 1 “Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.”
· 1.1. El Pueblo de Dios no necesita que le estén Rogando o que le preparen shows para congregarse.
2. El motivo para congregarse es el hambre y la sed de aprender de la palabra de Dios, y el deseo vehemente de cumplir la ley de Jehová. V 2 “Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.”
¿Qué te motiva a congregarte? Los milagros. La costumbre. Las conferencias. El único motivo debería ser el aprender de la palabra de Dios
3. La gente anhela y acepta la soberanía de Dios. V 3 “Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.” Aceptar la soberanía de Dios es dejar que el gobierne sobre mi vida y la vida de mi familia.
4. La obediencia es radical, sin importar las creencias o las costumbres de los demás pueblos, o del mundo. V 5 “Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre.”
No importa si tú eres el uno por ciento de los que se someten a la ley de Dios, no importa si el 99 por ciento del resto de los que se llaman cristianos hacen lo contrario de lo que establece la ley de Dios, lo importante es que tu marques la diferencia.
No importa lo que eras o lo que todavía eres, si aceptas a Jesucristo en tu corazón. El gobernara sobre ti y tu vida cambiara. V 6-7 “En aquel día, dice Jehová, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 4:7 y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.”
No importa que todos estén en contra, toma la decisión de someterte a Dios. V 11 “Pero ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo en Sion.” El verdadero pueblo de Dios no se hace a los del mundo solo para agradarlos, su principal deseo es agradar a Dios.
Pronto sentirás el respaldo y el poder de Dios. V 13 “Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.”
Todos dicen creer en Jesucristo, el solo creer no nos convierte en el pueblo de Dios, de ti y de mi depende si queremos agradar a Dios o a los del mundo. Jesucristo quiere un Pueblo especial que lo adore en espíritu y en verdad a pesar de las dificultades y presiones de los del Mundo.
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