Jehová de los ejércitos hizo al hombre y lo puso sobre un paraíso, este paraíso era tan solo una pequeña muestra de lo que podría llegar a ser toda la tierra.
Si observamos la tierra y todas las maravillas que hay en ella es indudable que es un hermoso paraíso.
Un paraíso es un remanso de paz mas no un lugar libre de problemas, la ausencia de problemas no siempre es sinónimo de paz.
Por la historia bíblica sabemos que por culpa del mismo hombre el vivir en paz en el paraíso no fue posible, pero esto no quiere decir que sea imposible, Jesucristo quiere ayudarnos a lograrlo ahora en nuestro tiempo.
El secreto para lograr vivir en un paraíso es la buena convivencia, la falta de una buena convivencia ha generado una forma de vida insoportable.
Para Jesucristo es muy importa te la sana convivencia, él dice que todo lo que hagamos a los demás es como si se lo hiciéramos a él. V 40 “El rey responderá: 'De cierto te digo que, hagas lo que hagas por uno de estos hermanos y hermanas míos, lo hiciste por mí”
Como lograr una excelente convivencia.
1. Preocupándonos por las necesidades de los demás. V 42 “Porque tenía hambre y no me diste nada de comer, tenía sed y no me diste de beber” la insensibilidad frente al sufrimiento de otros es lo que hace que este mundo cada día sea más invivible.
· 1.1. La buena convivencia no solo tiene que ver con tratarnos bien, la buena convivencia tiene que ver con actuar a favor de los necesitados. Proverbios 19: 17 “A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”
2. Siendo solidarios con los demás, es decir acompañándolos en los momentos difíciles de su vida. V 43 “era un extraño y no me invitaste, necesitaba ropa y no me vestiste, estaba enfermo Y en la cárcel y no me cuidaste” el adagio popular dice: en la cárcel, en la enfermedad o en los momentos de crisis es donde se conoce a los verdaderos amigos.
· 2.1. La única forma de ser solidarios con los demás es si aprendemos a desarrollar misericordia. Mateo 12: 7 “Si hubieras sabido lo que significan estas palabras, 'deseo misericordia, no sacrificio No habrías condenado a los inocentes” misericordia es la capacidad de perdonar a quien merece castigo.
3. Brindándoles nuestra ayuda con hechos y no solo de palabras. Santiago 2: 15- 16 “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” muchos cristianos creen que la única forma de ayudar a alguien es orando por él, eso es verdad pero también es necesario que brindemos ayudas materiales.
· 3.1. Muchos cristianos solo nos limitamos a decirle al necesitado: que Dios le ayude y nos olvidamos que nosotros somos las manos de Dios aquí en la tierra.
4. Entendiendo que debemos hacer a los demás lo que queremos que ellos un día nos hagan a nosotros. Mateo 7: 12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.” en el mundo a esto le llaman la ley de la compensación, lo que nosotros hacemos a los demás eso es lo que otros nos harán a nosotros.
· 4.1. Si quieres que los demás te traten con amor, trátalos tú con amor.
5. Estando seguros que lo que recibamos depende de lo que sembremos. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” nadie puede ser tratado con amor si en su vida solo dio rencor y odio.
· 5.1. No exijas respeto de los demás si tu primero no los respetas.
6. Hablando de manera Agradable. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” de nuestra manera de hablar depende que los demás nos amen o nos odien.
7. Soportándonos los unos a los Otros. Colosenses 3: 13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” en una relación de sociedad o de pareja, es necesario que el soportarse sea mutuo, cuando solo es una persona la que soporta a los demás pronto termina aburriéndose y se convierte en otro agresor más.
Jesucristo quiere que vivamos en paz con todo el mundo, pero para esto es necesario aprender a tener una excelente convivencia. En nuestras fuerzas posiblemente no lo podemos lograr, pero Jesucristo nos puede dar un nuevo corazón.
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