20_06

Jueces 9. Porque Triunfa el Mal

▷ Efecto Avestruz: Ignorar las malas noticias no las hará ...La mayoría de nosotros los cristianos siempre nos lamentamos y hasta le reclamamos a Jesucristo que porque el mal prospera. 
La culpa no es de Jesucristo y lógicamente tampoco de los malos. 
El problema es exclusivamente de nosotros los que decimos ser buenos. 
Los buenos tenemos la oportunidad de ayudar económicamente a las causas nobles, pero lastimosamente la tacañería termina ganándonos. 
Los buenos tenemos la oportunidad de cambiar las instituciones que creemos están siendo mal dirigidas o administradas, pero nunca tenemos tiempo para ayudar, colaborar o servir. 
Mucha gente quiere que los demás se esfuercen y hagan cosas para ellos, para algunos es mucho mejor criticar el trabajo de los demás que esforzarse por hacerlo.  
A muchos de nosotros los buenos nos gusta estar siempre en una zona de confort, nos gusta estar por las ramas no queremos desacomodarnos para participar. 
En lo espiritual las falsas doctrinas siempre crecen porque los que decimos conocer la sana doctrina no tenemos tiempo para evangelizar o dar a conocer a nuestro Dios. Jonás 1: 5 “Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir.”  
Las instituciones mundanas prosperan porque sus miembros son conscientes que es necesario patrocinar o invertir, el problema de los buenos es que creemos que todas las cosas tienen que ser gratis. 
Mientras los cristianos verdaderos nos hagamos a un lado los falsos seguirán conquistando el mundo.  
Si nos lamentamos porque las instituciones incluyendo nuestra iglesia no funcionan bien, la solución no es solo criticar el trabajo de los demás, la solución es desacomodarnos, dejar la pereza y también actuar junto con quienes ya lo están haciendo. 
Los de Siquem se dejaron convencer y por esta razón hicieron una mala elección. Eligieron a Abimelec como rey. Jueces 9: 6 “Entonces se juntaron todos los de Siquem con toda la casa de Milo, y fueron y eligieron a Abimelec por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en Siquem.”  
Una de las razones por la cual siempre terminamos evadiendo nuestra responsabilidad es creer que estamos muy ocupados como para hacer algo por los demás. V 8- 13 “Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.  9:9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?  9:10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.  9:11 Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles?  9:12 Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros.  9:13 Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?”  
Mientras sigamos creyendo que los únicos que deben servir son los desocupados, seguiremos criticando y lamentándonos por lo que pase en el mundo. 
El verdadero liderazgo es servir y se basa en la renuncia. Es necesario renunciar al egoísmo, al orgullo, a la pereza, al acomodamiento. Etc.  
El creer que somos personas muy ocupadas ha hecho que nos convirtamos en siervos mediocres, le servimos a Jesucristo, pero a medias no damos lo mejor de nosotros.  
El querer dominar a los demás así no tengamos la capacidad para hacerlo también nos convierte en malos líderes. El mal líder lo único que quiere es que los demás estén por debajo de él. La zarza era tan solo un matorral y quería que aquellos grandes árboles se postraran para poder estar bajo sus ramas. V 15 a “Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.”  
El mal líder siempre quiere doblegar a los demás a la fuerza y con amenazas. V 15 b “y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.” La mala esposa o el mal esposo quiere que su pareja este bajo sus pies a punta de amenazas. Todos los días amenaza con irse de la casa, con quitarse la vida o con cualquier otra cosa.  
Si por pereza, por temor o por cualquier otra excusa no asumes compromisos de dirección eres desagradable ante Dios, pero si quieres liderar, pero solo por sentirte más grande que los demás también estas en un error. Mateo 20: 28 “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”  
La mejor forma de tomar la dirección de algo o de alguien es con amor y con humildad, recuerda que Jesús siendo Dios se humillo haciéndose hombre para servirnos y de esta forma ser el mejor líder del mundo. Si no estás de acuerdo como funcionan las cosas deja de criticar y disponte a servir. 
    
Jueces 9. Porque Triunfa el Mal