Ser excelente no es ser perfecto ser excelente es tener la capacidad de cada día ser mejor.
Muchos de nosotros luchamos y nos
preparamos para tener una excelente juventud llena de éxito, colegio,
universidad y trabajo.
No pensemos tan solo en tener una
muy bonita juventud, también pensemos en tener una excelente vejes.
Como tener una Excelente Vejez.
1. Pidiendo a Dios que sea el quien
esté con nosotros en nuestra vejez. 71: 9 “No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi
fuerza se acabare, no me desampares.” muchas
personas creen que para disfrutar de una vejez excelente se necesita tan solo
dinero.
2. Buscando a Dios desde la
Juventud. 71: 17 “Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.” si tú no
tuviste la bendición de conocer a Cristo desde joven no te preocupes, con
Jesucristo todos tenemos la oportunidad de ser hechos nuevos. 2 corintios 5: 17
“De modo que, si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas.”
3. Busca un propósito para tu vida.
La inactividad es lo que deteriora la vejez de una persona. Y si ese propósito
tiene que ver con servir a Jesucristo mucho mejor todavía. V 18 “Aun en la vejez y las canas, oh
Dios, no me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,”
Muchas personas cuando estaban
activas en su vida laboral gozaban de muy buena salud. Pero en el momento en
que se jubilaron de su trabajo y cayeron en la inactividad empezaron con las
enfermedades físicas y mentales. Depresión, angustia y soledad.
4. Cree que Jesucristo le puede dar
vida a nuestros años. V 20 -21 “Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás
a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. 71:21 Aumentarás mi grandeza, Y volverás
a consolarme.” Recuerda la frase que dice: no le quites años a tu vida.
Dale vida a tus años.
5. Siendo agradecidos con Dios y
con las personas que han estado siempre con nosotros. Valora el esfuerzo o el
trabajo de los demás. V 22 “Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad
cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel.”
6. Creyendo que Cristo renueva nuestro
ser interior. 2 Corintios 4: 16 “Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre
exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” Más que las arrugas de nuestro
rostro son las arrugas de nuestra alma las que nos hacen ver Viejos y acabados.
7. Sintiéndonos Jóvenes a pesar de
la edad que podamos tener. Josué 14: 10-11 “Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo,
estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a
Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad
de ochenta y cinco años. Todavía estoy
tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es
ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.” hay
personas de ochenta que se sienten como de cuarenta y hay jóvenes de veinte que
se sienten como de ochenta.
8. Quitando de nuestra mente todo
pensamiento negativo. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” el
sentirnos bien o el sentirnos mal depende de nosotros mismos.
9. Sembrando en los demás para
después poder cosechar. Si quieres cosechar amor siembra amor, si quieres
cosechar respeto siembra respeto. Que quieres cosechar en viejo eso debes
sembrar en tu juventud y en toda tu Vida. Gálatas 6: 7 “No
os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre,
eso también segará.”
La mejor manera de disfrutar en la
vejez es valorando el tesoros más grande y maravilloso que Dios nos ha dado. ¡La
Familia! Des pues de todo lo único que nos queda es nuestra Familia.
Disfruta la edad que tienes y
prepárate para disfrutar tus años de ancianidad. Solo Jesucristo puede darnos
años maravillosos, pero también depende de nuestra actitud para hacer que los
demás nos valoren o nos desprecien.