Hoy en día es muy común encontrar personas que dicen ser cristianos tan solo porque han tomado la decisión de congregarse en algún lugar llamado templo cristiano.
Cada día pululan
las iglesias cristianas, en cada esquina encontramos una y esto debería
alegrarnos, el problema es que muchas de ellas tan solo son lugares donde se
amontonan personas sin ningún conocimiento de Dios.
Pero su
vida seguía siendo igual a la que tenían antes de recibir a Jesucristo en su corazón
y adquirir la costumbre de tan solo Congregarse.
La biblia
dice que no todo el que viene de Israel es de Israel. Romanos 9: 6 “No que la palabra de Dios haya
fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas”
Hoy
podríamos decir, no todo el que ocupa una silla cada domingo en algún templo
cristiano es cristiano.
Es necesario
ser cristiano de corazón, es decir la decisión que tomamos de congregarnos en algún
lugar no debe ser motivada tan solo por el interés de recibir Milagros.
Como es un cristiano de Corazón.
1. Expresa
Públicamente su Amor a Dios. Cuando una persona recibe a Jesucristo en su
corazón de manera voluntaria siente la necesidad de confesarlo delante de todo
el mundo, cuando recibe a Jesucristo de manera forzada o inducida por otros se
siente avergonzado de decir que es un cristiano. Lucas 9: 26 “Porque el que se
avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre
cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.”
1.1.
Con Canticos. V 1 a “Cantad”
el canto es una de las mejores formas de declarar algo de manera pública.
1.2.
Con Alegría. V 1 b “alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.”
El asistir al culto debe ser un motivo de gozo y no de carga.
2. Servir
con Alegría. V 2 a “Servid a Jehová con alegría”
un cristiano verdadero que busca a Jesucristo por amor y no por interés de un
milagro lo primero que hace es servir en el lugar donde se congrega.
2.1.
Jesús es ejemplo de servicio. Juan 13: 14-15 “Pues si yo, el Señor y
el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies
los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he
hecho, vosotros también hagáis.”
2.2.
Haciendo las cosas como para Dios. Colosenses 3: 23 “Y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;”
las personas que sirven como si lo hicieran para Dios no sirven esperando
recompensa lo hacen de manera voluntaria sin esperar nada a cambio. Las
personas que esperan recompensa de parte de los hombres por lo general terminan
siempre desanimándose.
3.
Congregándose con Alegría. V 2 b “Venid ante su presencia con regocijo”
el congregarnos no debe ser una costumbre o una obligación.
·
3.1. Congregándose de continuo.
Muchos cristianos solo se congregan cada vez que tienen tiempo o cuando se
acuerdan. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca.”
·
3.2. Buscando la presencia de Dios,
la motivación para congregarnos no debe ser la necesidad de un milagro, el
congregarnos debe ser la necesidad de tener un encuentro con Dios. Salmos 27: 4
“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo
en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de
Jehová, y para inquirir en su templo.”
4.
Reconociendo que Somos creación de Dios. Salmo 100: 3 “Reconoced que Jehová
es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y
ovejas de su prado.” debemos buscar de Dios con un
corazón agradecido porque él nos hizo, no somos obra de la casualidad.
5.
Congregándose por Agradecimiento. V 4-5 “Entrad por sus puertas
con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su
nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad
por todas las generaciones.”
el agradecimiento es un sentimiento tan fuerte que hace que una persona nunca
este desanimada de lo que hace.
Ser
cristiano es mucho más que tan solo congregarse en algún lugar a la espera de
un milagro, ser cristiano es entender que ahora no solo somos nueva criatura
ahora también hemos adquirido compromisos delante de Jesucristo.