Para nadie es un secreto que lastimosamente el pueblo de Dios es decir el pueblo cristiano cada día se sume más y más en la mediocridad.
La razón
por la cual las personas se hacen más mediocres en todas las áreas, financiera,
sentimental, estudiantil. Etc. Es la falta de conocimiento.
El
pueblo de Dios estaba acostumbrado a ver y buscar milagros de parte de Jehová,
pero no tenía conocimiento con relación a Jehová. Oseas 4: 6 a “Mi pueblo fue
destruido, porque le faltó conocimiento.”
Nadie puede cumplir una ley que no conoce.
El
pueblo de Dios veía milagros todos los días: el mar se abría, el Jordán se
secó, de las piedras brotaba agua, del cielo caía mana. Etc. Pero a pesar
de esta gran cantidad de milagros de todas formas el pueblo se perdió.
Hoy
en día ocurre algo similar, los cristianos solo buscamos milagros y nos
olvidamos que lo que realmente salva es el conocimiento. Juan 17: 3 “Y esta es la vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
La profecía de Amos
dice que la palabra se acabara, cada día menos cristianos estudian con
detenimiento la biblia, prefieren shows de entretenimiento. Amos 8: 11-12 “He
aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la
tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. 12 E
irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán
buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.”
El rey no quiso oír
y destruyo el royo, lo quemo. V 23 “Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo
rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en
el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el
brasero había.” Muchos de nosotros
los cristianos también hacemos caso omiso a la palabra de Dios, no nos gusta
las correcciones.
El propósito de
Dios con su palabra no es amargarnos la vida, el propósito es que a través de
la obediencia todo lo que hagamos nos salga bien. Josué 1: 8 “Nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás
en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” El
cristianismo moderno solo busca a Cristo por milagros, no porque quiera cambiar
su manera de Vivir.
La palabra de Dios
sirve para que seamos instruidos y formados. 2 Timoteo 3: 16 “Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia,” Jesucristo no solo quiere darnos
salvación y Vida Eterna, él también quiere enseñarnos a tener vidas de
Excelencia.
Nos alarmamos por
esto que hizo el rey, pero no nos damos cuenta que cada vez que desobedecemos o
no queremos escuchar la palabra es lo mismo como si la quemáramos.
El rey ya no tenía
temor de Dios. V 24 “Y no tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos el rey y todos
sus siervos que oyeron todas estas palabras.”
hoy encontramos una nueva raza de cristianos que ya no temen a Jehová. La causa
de perder el temor es el creer en un Dios que no corrige y cuya única función
es hacer milagros.
La culpa de esta
falta de temor la tienen los dirigentes, líderes y pastores que por el afán de
llenar sus establecimientos lo único que predican son las añadiduras, ofrecen
milagros a todo tipo de personas no importa si son temerosos de Dios o no.
Impedimentos para
oír la palabra de Dios.
1. Pereza. Muchos
cristianos ya no leen la palabra de Dios porque dicen estar muy cansados de
esta forma llevan muchos años de cristianos, pero no conocen a Jehová.
2. Falta de Tiempo.
Cada vez nos excusamos en que estamos muy ocupados para dedicarle un tiempo al
estudio bíblico.
3. Incredulidad. Cada
vez son más los cristianos que consideran que la palabra de Dios no es muy
importante. Acuden al templo escuchan la palabra, pero nunca se cercioran de la
veracidad del sermón a través de la Biblia.
Consecuencias del
rechazar la palabra de Dios.
1. Dios no escucha
nuestras oraciones. Proverbios 28: 9 “El que aparta su oído para no oír la ley, Su
oración también es abominable.” si nosotros no queremos escuchar a Dios
él tampoco está interesado en escucharnos.
2. Desprotección
para nuestra descendencia. Oseas 4: 6 b “Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré
del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de
tus hijos” si los padres somos obedientes a las normas sean espirituales
o seculares, nuestros hijos también lo harán.
Un verdadero
cristiano no es aquel que solo espera con ansias un milagro. Un verdadero
cristiano es aquel que, así como recibe milagros de parte de Dios también deja
que sea el instruyéndolo y guiándolo por el sendero correcto a través del
estudio de la palabra.