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Jeremías 38. Es hora de rendirse.

 

Las personas de éxito son aquellas que han aprendido a saber cuándo se debe luchar sin descansar y cuando es necesario hacer un alto en el camino y rendirse.

Las personas de éxito no hacen del adagio rendirse jamás una forma inquebrantable de vida, ellos saben que hay momentos donde es necesario detenerse para avanzar.

Rendirse no es darse por derrotado, rendirse es hacer un alto en el camino para analizar por qué no has podido conseguir lo que te propones a pesar de dar o mejor de ti. 

Muchas veces luchamos tanto por algo que sentimos que nos estamos desgastando y que ya no podemos más.

Cuando sentimos que nos hemos estancado y que no estamos avanzando es posible que sea la hora de Rendirse.

El rey Sedequias estaba pasando por momentos de dificultad, por más que luchaba y lo intentaba permanecía estancado.

Jehová le dice que no es hora de seguir luchando, era hora de rendirse. V 17 “Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si te entregas en seguida a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta a fuego, y vivirás tú y tu casa

El seguir luchando por algo que no vale la pena o que es imposible conseguirlo significa la muerte. V 18 “Pero si no te entregas a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos, y la pondrán a fuego, y tú no escaparás de sus manos

Saber cómo renunciar en el momento adecuado es una de las claves para poder avanzar y dejar espacio para cosas nuevas en tu vida. Recuerda que para todo hay tiempo. Eclesiastés 3: 1-2 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado

Si te aferras a algo que nunca sucederá o que no funciona, estarás atrapado y no irás a ninguna parte.

Intentar es bueno, pero cuando te das cuenta de que tu objetivo es inalcanzable, tienes que aprender a rendirte porque es lo mejor que puedes hacer. Si insistes, te quedas dónde estás, sin avanzar y sin vivir las experiencias que te esperan.

Es posible que te haya sucedido, que algo que deseas no se ha cumplido, pero si sabes cómo rendirte y seguir adelante, seguramente te surgirán nuevas oportunidades. Por otro lado, si te niegas a renunciar a esto, perderás estas oportunidades.

Cuando algo no es para ti, por cualquier razón, simplemente olvídalo y dirige tu atención a nuevas metas, a nuevos caminos. Muchas personas cierran las puertas que se les abren en su camino y se niegan a ver las nuevas oportunidades que les esperan.

El mayor problema de las personas son los pensamientos negativos que fomentan la inactividad, como “Nunca conoceré a alguien que me acepte”, “Nunca encontraré el amor”, “Nunca haré nuevos amigos”, “nadie me ama, nunca tendré ese negocio “, etc.

Este tipo de pensamientos inmoviliza a las personas. Las oportunidades no caen del cielo, debemos ir a encontrarnos con ellas, y si una puerta está cerrada, debemos decir que hay otras que se abrirán. Nunca dejes que los pensamientos negativos cierren los nuevos horizontes que se te abren.

La vida está llena de situaciones imprevistas e inesperadas, y si algo sale mal, no importa, siempre puedes intentarlo de nuevo.

Sal a conseguir lo que quieres, persigue tus sueños y deja lo que no funciona o lo que no sucederá para aprovechar las opciones que están a tu alcance.