Las personas de éxito son aquellas que han aprendido a saber cuándo se debe luchar sin descansar y cuando es necesario hacer un alto en el camino y rendirse.
Las personas
de éxito no hacen del adagio rendirse jamás una forma inquebrantable de vida,
ellos saben que hay momentos donde es necesario detenerse para avanzar.
Muchas veces
luchamos tanto por algo que sentimos que nos estamos desgastando y que ya no
podemos más.
Cuando sentimos
que nos hemos estancado y que no estamos avanzando es posible que sea la hora
de Rendirse.
El rey Sedequias estaba pasando por
momentos de dificultad, por más que luchaba y lo intentaba permanecía
estancado.
Jehová le dice que no es hora de
seguir luchando, era hora de rendirse. V 17 “Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así ha dicho
Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si te entregas en seguida a los
príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta a
fuego, y vivirás tú y tu casa”
El seguir luchando por algo que no
vale la pena o que es imposible conseguirlo significa la muerte. V 18 “Pero si no te entregas a los príncipes del rey de
Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos, y la pondrán a
fuego, y tú no escaparás de sus manos”
Saber cómo renunciar en el momento adecuado es una de las claves
para poder avanzar y dejar espacio para cosas nuevas en tu vida. Recuerda que
para todo hay tiempo. Eclesiastés 3: 1-2 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere
debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y
tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado”
Si te aferras a algo que nunca sucederá o que no
funciona, estarás atrapado y no irás a ninguna parte.
Intentar es bueno, pero cuando te das cuenta de que
tu objetivo es inalcanzable, tienes que aprender a rendirte porque es lo mejor
que puedes hacer. Si insistes, te quedas dónde estás, sin avanzar y sin vivir
las experiencias que te esperan.
Es posible que te haya sucedido, que algo que deseas
no se ha cumplido, pero si sabes cómo rendirte y seguir adelante, seguramente
te surgirán nuevas oportunidades. Por otro lado, si te niegas a renunciar a
esto, perderás estas oportunidades.
Cuando algo no es para ti, por cualquier razón,
simplemente olvídalo y dirige tu atención a nuevas metas, a nuevos caminos.
Muchas personas cierran las puertas que se les abren en su camino y se niegan a
ver las nuevas oportunidades que les esperan.
El mayor problema de las personas son los
pensamientos negativos que fomentan la inactividad, como “Nunca conoceré a
alguien que me acepte”, “Nunca encontraré el amor”, “Nunca haré nuevos amigos”,
“nadie me ama, nunca tendré ese negocio “, etc.
Este tipo de pensamientos inmoviliza a las personas.
Las oportunidades no caen del cielo, debemos ir a encontrarnos con ellas, y si
una puerta está cerrada, debemos decir que hay otras que se abrirán. Nunca
dejes que los pensamientos negativos cierren los nuevos horizontes que se te
abren.
La vida está llena de situaciones imprevistas e
inesperadas, y si algo sale mal, no importa, siempre puedes intentarlo de
nuevo.
Sal a conseguir lo que quieres, persigue tus sueños y
deja lo que no funciona o lo que no sucederá para aprovechar las opciones que
están a tu alcance.