Jesucristo a cada uno de nosotros nos ha dado la capacidad de poder vivir bien en la sociedad.
Que vivamos
en paz en este mundo o en la sociedad no depende de las autoridades locales y lógicamente
tampoco depende de Dios.
Jesucristo podría
hacer que nuestra mala manera de vivir cambie tan solo con un mover de dedos,
pero esto nos convertiría en robots o entes programados para hacer el bien.
Como podemos disfrutar de la Paz social y Familiar.
1. No
haciendo acepción de personas. V 34 “Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad
comprendo que Dios no hace acepción de personas,” Jehová
desde un principio ha demostrado que él no tiene preferencia de personas, para
el todos somos iguales. Deuteronomio 10: 17 “Porque Jehová vuestro Dios es Dios
de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace
acepción de personas, ni toma cohecho;”
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1.1. Hoy en día hasta las
denominaciones cristianas hacen acepción, muchos consideran que solo ellos serán
salvos o que la iglesia de poca membresía no es muy importante.
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1.2. Muchas iglesias de diferente denominación
y aun entre las de la misma denominación viven en total desacuerdo y conflicto.
2.
Relacionándonos y dándoles oportunidades a quienes desean estar con nosotros. V
35” sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace
justicia.” las personas que no comparten tu
visión o lo que tú haces solo te causarían retraso en tu marcha.
3. Quitando
todo prejuicio con respecto a los demás, no juzgues a alguien sin antes
conocerlo. Jehová no juzga a la ligera él nos juzga de acuerdo a nuestro
corazón. V 1-2 “Había en Cesarea un hombre llamado
Cornelio, centurión de la compañía llamada la italiana, piadoso y temeroso de
Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios
siempre.”
4. No
cuestionando a Jesucristo cuando el perdona y da otra oportunidad a los demás.
V 15 “Volvió
la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.” Muchos cristianos se molestan cuando Jesús tiene
misericordia con los malvados.
5. No creyéndonos
superiores a los Demás. V 28 “Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón
judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a
ningún hombre llame común o inmundo” el problema de muchos de
nosotros es que nos creemos más de lo que somos. Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la
gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más
alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura,
conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”
6. Aceptando
que Dios da de su espíritu santo a todo aquel que lo pide. V 45 “Y los fieles de la
circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también
sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.”
no te sientas mal cuando veas que Jesucristo utiliza a otras personas
diferentes a ti para el servicio. En lugar de enojarte pídele a Jesucristo que
cada vez te de más de su espíritu. Lucas 11: 13 “Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial
dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”
7. Amando a
nuestro prójimo como a nosotros mismos. Mateo 22: 39 “Y el segundo es semejante: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo.” es muy difícil amar a otros y no
despreciarlos cuando no nos amamos nosotros mismos. Esto tampoco quiere decir
que debemos ser egocéntricos.
8. Haciendo
a los demás lo que queremos que ellos nos hagan a nosotros. Mateo 7: 12 “Así
que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
en el mundo hay un adagio parecido que Dice: no hagas a otros lo que no quieres
que te hagan a ti. Jesucristo va más allá él dice has a otros lo que quieres
que te hagan. Muchos ya no hacemos lo malo, pero tampoco hacemos lo bueno.
9. Quitando
toda amargura de nuestro corazón. Efesios 4: 31 “Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.” La
amargura hace que vivamos mal y que hagamos que otros vivan mal.
La paz
social no depende de los demás ni de las autoridades de turno, el vivir en paz
es algo que solo nos corresponde a nosotros, todo depende nuestra actitud.