Las grandes empresas y las grandes instituciones del mundo han logrado escalar hasta la cúspide del éxito porque entendieron que la única forma de lograrlo es conformando un excelente equipo de trabajo.
El éxito o
el fracaso, el avanzar o el estancarse depende del equipo que se haya
conformado.
Un equipo
diligente que hace más de lo que le toca, indiscutiblemente llevara al éxito a
las organizaciones a las cuales pertenece.
En toda organización,
familia, sociedad o Iglesia hay diversas necesidades y propósitos por alcanzar
y se requiere la participación de todos para lograr alcanzar el éxito.
A medida
que las instituciones incluyendo a la iglesia crecen es normal que también crezcan
las obligaciones y necesidades. V 1 “En aquellos días, como creciera el número de los
discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las
viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria”
Ninguna empresa
puede avanzar si sus dirigentes se tienen que encargar de todo, igual sucede
con la iglesia el pastor no puede ser el hombre orquesta. V 2 “Entonces los doce
convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
Es necesario
que los pastores al igual que los administradores de cualquier empresa tienen
otras responsabilidades. V 4 “Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.”
el Propósito de delegar funciones es tener más productividad en lo que se hace.
V 7 “Y
crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe”
En una
empresa normal le podríamos llamar equipo de trabajo, los discípulos le llamaron
Diáconos o servidores.
Como lograr un Excelente Equipo de trabajo.
1. Personas
de buen testimonio. V 3 a “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones
de buen testimonio.” Que
nuestros actos sean los que hablen más que nuestras palabras. El testimonio no
solo se refiere a la santidad.
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1.1. Deben ser personas que estén acostumbradas
a trabajar por los demás, que tengan el don de servir y de sembrar.
2. Ser
Llenos del Espíritu Santo. V 2 b “llenos del Espíritu Santo” el
espíritu santo es el que nos dice que hacer y qué no hacer. Él es el que nos
convence de pecado. Juan 16: 8 “Y cuando El venga, convencerá al mundo
de pecado, de justicia y de juicio;”
3. Tener
Sabiduría. V 2 c “y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo”
la sabiduría es muy diferente a la inteligencia. La inteligencia se la puede
desarrollar la sabiduría proviene de Dios.
4.
Honestidad. 1 Timoteo 3: 8 “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no
dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;” sus actos no se ven alterados por las circunstancias
que esté viviendo.
5. Deben
ser defensores de la Fe Verdadera. V 9 “que guarden el misterio de la fe con
limpia conciencia.” Para esto se necesita tener preparación o
conocimiento, nadie defiende lo que no conoce.
6. Ser
sometidos a prueba. V 10 “Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces
ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.”
Son las diferentes luchas que tenemos a diario las que dejan en evidencia lo
que hay en nuestro corazón.
7. Ser
Marido de una sola Mujer. V 12 a “Los diáconos sean maridos de una sola mujer,”
en la antigüedad era permitido tener varias mujeres, pero Jesucristo rompe toda
cultura.
8. Que
Gobiernen bien sus casas. V 12 b “y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.” De la forma como dirigimos nuestro hogar es como por
lo general dirigimos la Iglesia.
9. Hablar un mismo
idioma. Tito 2: 1; Romanos 16: 17 “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.
Romanos. Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y
tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os
apartéis de ellos.” Los diáconos que no están de acuerdo con las enseñanzas de la iglesia
generan división y malestar.
10. Tener una forma
de vida no reprochable. Tito 2: 2-10. “Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes,
sanos en la fe, en el amor, en la paciencia., Las ancianas asimismo sean
reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del
bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos.” no podemos ser perfectos, pero si debemos cada
día luchar por ser mejores.
Las personas
que hacen parte de un equipo de trabajo sea en la iglesia, la sociedad o
cualquier empresa deben ser personas que marquen diferencia, que ayuden a
empujar y no que toque empujarlos.