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Filemon 1. El arte de convencer.

 

Saber cómo expresarte y cuándo expresarte son dos elementos muy útiles. Hoy en día, saber usar las palabras de manera que te convenga te puede traer grandes beneficios. Ya no sólo en el ámbito laboral, sino también en el personal y social.

Influir en el pensamiento y comportamiento de determinadas personas se puede entender hoy en día como un arte. El arte de convencer. De persuadir.

Filemón estaba muy ofendido con su esclavo por lo que le había hecho, por lo tanto, era natural que lo estuviera esperando para propiciarle el castigo que lo tenía merecido.

La Misión de Pablo era convencer a Filemón de que desistiera de castigarlo y que por lo contrario lo recibiera con agrado. Esto era una tarea muy difícil, se requería aplicar el arte de convencer, esto se consigue teniendo muy buenos argumentos.

Como aplicar el arte de convencer.

1. Considerando importante a la otra persona. V 4 “Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones” no solo se trata de hacer sentir importante a los demás, es necesario sentirlos importantes.

2. Destacando todas sus buenas cualidades. V 5“porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.” Cuando hacemos sentir a los demás como castigadores injustos, los hacemos enojar más.

3. Mostrándole la bondad que hay en su corazón. V 6 “para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.” En lugar de sacar lo malo de una persona, siempre tratemos de sacar lo bueno que hay en su corazón.

4. No abusando de nuestra autoridad. V 8-9 “Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo;” Muchas personas cuando sienten que les están mandando reaccionan con rebeldía.

5. Rogando o pidiendo en lugar de exigir. V 10 “te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones,” una persona obligada no disfruta de lo que hace, una persona convencida disfruta lo que hace y sobre todo da frutos.

6. Dando Argumentos. V 11 “El cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,” cuando los argumentos se acaban comienzan las agresiones.

7. Haciendo ver que lo que se va hacer es valioso. V 12 “el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.” a nadie se puede persuadir de hacer algo que considera no vale la pena.

8. Haciendo ver que lo que ofreces es importante para otros. V 13 “Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio” en el mundo hay un adagio que dice nadie valora lo que tiene sino cuando lo pierde o corre el peligro de perderlo.

9. Respetando el espacio y la voluntad de los demás. V 14 “pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.” La concertación o el tomar decisiones en conjunto es la mejor estrategia que tenemos para persuadir.

10. Mostrando que todas las cosas tienen un propósito o una razón de ser. V 15 – 16 “Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.” Las personas actúan de mejor manera cuando entienden lo que hacen o lo que van hacer.

11. Motivándolos hacer las cosas por amor a nosotros o a los demás. V17 “Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo” cuando sentimos que lo que hacemos, es importante lo hacemos con agrado.

12. Mostrando importancia por o que le sucede a los demás. V 18 – 19 “Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también.” Las personas se molestan cuando les hacemos ver que lo que le pasa no es tan importante.

Las personas hacemos bien las cosas y las disfrutamos cuando nos convencen con argumentos, en lugar de obligarnos ejerciendo autoridad.