En este mundo todos los seres humanos necesitamos comunicarnos para podernos entender y relacionarnos de la mejor forma posible con los demás.
El habar es
tan solo una de las formas de comunicación que tenemos, podemos utilizar las
señas o la forma escrita.
No importa
el medio que utilicemos para comunicarnos lo importante es que lo hagamos de la
mejor forma.
El medio
que utilicemos en especial el habla verbal no debe utilizarse para herir o
dañar. Proverbios 12: 18 “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas
la lengua de los sabios es medicina.”
Con nuestra
lengua podemos bendecir o maldecir con ella podemos hacer que muchas personas
se superen y salgan a delante o podemos hundirlas y convertirlas en unas
personas fracasadas de por vida. V 10 “De una misma boca proceden bendición
y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.”
La mejor forma de utilizar nuestra forma de Hablar.
1. No
Creyendo que lo sabemos todo. V 1 “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de
vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.” Las personas de éxito son aquellas que
entienden que no lo saben todo y aprenden todos los días y de todas las
personas.
·
1.1. Las personas ignorantes son
aquellas que creen saberlo todo y se niegan aprender cada día y de cualquier
persona.
2. Aceptando
que todos corremos el riesgo de ofender a los demás. V 2 “Porque todos ofendemos
muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz
también de refrenar todo el cuerpo.”
el aceptar que podemos ofender hace que:
2.1.
Buscar las Palabras adecuadas. Piensa en el efecto o consecuencia que esas
palabras que piensas decir producirán.
2.2.
Escogemos un Momento Adecuado. Si la persona no está dispuesta a escucharte
probablemente sea un mal momento para hablar.
2.3.
Utilizamos una forma Adecuada para Hablar. Muchas veces lo que ofende no es lo
que hablamos, lo que ofende es la forma como hablamos.
3. No
dejando que la lengua nos gobierne. V 3-4 “He aquí nosotros ponemos freno en la
boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.
Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos,
son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere”
nuestro cerebro debe gobernar a nuestra lengua y no la lengua gobernar a
nuestro cerebro.
4.
Entendiendo que el hablar sin entendimiento nos mete en problemas. V 6 “Y la lengua es un
fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y
contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es
inflamada por el infierno.”
5. Callando
cuando no es necesario Hablar. V 8 “pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un
mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.”
nuestra lengua dirigida por nuestras emociones es catastrófica.
6. Nuestra
forma de hablar debe determinar quiénes somos. V 9 “Con ella bendecimos al Dios y Padre,
y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.” Nuestra forma de hablar deja en evidencia o que
realmente somos.
7. Nuestro
comportamiento y forma de ser debe ser coherente con lo que habla nuestra lengua.
V 13 “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la
buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.”
8. Deja que
tus actos hablen. Un cristiano verdadero no necesita decir que pertenece a la
mejor iglesia, su forma de vida lo delata. 14-16 “Pero si tenéis celos amargos y
contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal,
diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda
obra perversa.”
9. La vida
cristiana no es solo de Palabras, es de Hechos. V 17-18 “Pero la sabiduría que
es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de
justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.”
La forma de
hablar o de comunicarnos es lo que hace que nos entendamos, nuestra forma de
expresarnos debe ir dirigida a mantener una excelente relación con los demás.