El nombre de una persona en la antigüedad y ahora en nuestros tiempos no solo nos identifica también sirve para darle identidad, la identidad es el Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. Es la Conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás.
La identidad Es un elemento muy importante, ya
que, en primer lugar, supone el
vínculo entre la persona y la ciudadanía, y, en segundo lugar, constituye la
pertenencia de una persona a una nación.
Cuando Dios cambiaba el nombre de una persona y
le daba uno nuevo, generalmente era para establecer una nueva identidad. Dios
cambió el nombre de Abram, que significa "padre enaltecido", por el
de "Abraham", que significa "padre de una multitud" Génesis
17:5. “Y no se
llamará más tu nombre Abram,[a] sino que será tu nombre Abraham,[b] porque te he puesto por padre de muchedumbre
de gentes”
Al mismo tiempo, Dios cambió el nombre de "Sarai", la esposa de
Abraham, que significa "mi princesa", por el de "Sara", que
significa "madre de naciones" V 15 “ Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no
la llamarás Sarai, mas Sara[c] será su nombre.”
Dios cambió el nombre de Jacob, que significa
"suplantador", por el de "Israel", que significa
"tener poder con Dios" (Génesis 32:28). “Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel;[b] porque has luchado con Dios y con los
hombres, y has vencido.”
En el nuevo testamento, Jesús cambió el nombre
de Simón, que significa "Dios ha escuchado", por el de
"Pedro", que significa "piedra o Roca", cuando por primera
vez lo llamó para que fuera Su discípulo (Juan 1:42). “Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú
eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas[a] (que quiere decir, Pedro[b])”
La función de la identidad es mantener
nuestro equilibrio psíquico mediante dos acciones: 1) darnos una valoración
positiva de nosotros mismos, y 2) adaptarnos al entorno en el que vivimos.
La primera función busca llegar a sentirnos una persona valiosa con capacidad
para actuar ante los diferentes sucesos y elementos.
Dios
nos cambia el nombre para darnos un nuevo Rumbo o una nueva ision.
1. Nuestra vida jamás vuelve a ser la misma. 2
corintios 5: 17 “De
modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Tenemos la oportunidad de corregir lo malo
que hayamos hecho y tenemos la oportunidad de mejorar lo bueno que hacemos.
2. Al tener una nueva identidad ya no nos
conocen por lo que éramos antes, ahora nos conocen por lo que hagamos de aquí en
adelante.
3. Una nueva identidad nos permite comenzar de
nuevo, depende de nosotros si nos aferramos al pasado a nuestro antiguo nombre.
Permítele a Jesucristo que te de una nueva identidad un nuevo nombre, no te sientas culpable por lo que hiciste o dejaste de hacer, ahora eres nuevo, tu nueva identidad dice hijo o hija de Dios, un príncipe o una princesa.