Los líderes tan solo somos facilitadores para lograr grandes proyectos juntos.
Un líder es el encargado de guiar a su
gente por el camino que los llevara a conseguir sus metas o propósitos.
Hay liderazgo sano: que actúa en
beneficio de los demás despojándose de sus intereses personales.
Un liderazgo enfermo es aquel cuya motivación
no es el servicio a la comunidad que dirige, su motivación es lograr intereses personales,
tales como la fama o cualquier otro interés personal que no beneficia a la
colectividad.
Muchos, aunque tratamos de hacer
nuestro mejor trabajo como líderes en algunas ocasiones nos equivocamos y terminamos
fallando.
Como
es un Liderazgo sano.
1. No se excede en aceptar más
responsabilidades de las que puede Realizar. V 13 “Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al
pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde” un buen líder también
tiene tiempo para el, para hacer su vida personal.
2. No hace realiza todas las
actividades. V 14 “Viendo el suegro de
Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con
el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti
desde la mañana hasta la tarde?” Asumir todas las responsabilidades puede ser
desgastante y perjudicial.
3. Entiende que solo no puede alcanzar
todo lo que se Propone. V 18 “Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está
contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú
solo.”
El hecho de que nos esforcemos por ser los mejores no quiere decir que debemos
asumir más cargas de las que podemos soportar.
Como
liderar de manera Sana.
1. Aceptando los buenos consejos. V 19
“Oye ahora mi voz; yo
te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y
somete tú los asuntos a Dios” Dios utiliza a muchas personas sabias que
nos pueden orientar en lo que hacemos.
2. Capacitando a otros. V 20 “Y enseña a ellos las ordenanzas y
las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.” Si capacitamos
a quienes están con nosotros, ellos podrán ayudarnos a lograr más y mejores
cosas.
3. Delegando a personas con diferentes
Virtudes. V 21 “Además escoge tú de
entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad,
que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de
centenas, de cincuenta y de diez.” la mejor forma de delegar funciones es de
acuerdo a la capacidad de cada uno. V 25 “Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y
los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y
sobre diez.”
4. Delegando las cosas en Orden de
Importancia. V 22 “Ellos juzgarán al
pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán
todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos
contigo.”
Debemos entender que hay cosas que son indelegables “nuestra relación con Dios
y nuestra Familia” el amor a Dios y a nuestros hijos no lo podemos delegar.
5. Pidiendo el consentimiento de Dios.
V 23 “Si esto hicieres, y
Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz
a su lugar.” Si Dios guía nuestro caminar tenemos pocas
probabilidades de fracasar y si fracasamos él se encarga de fortalecernos y
animarnos para nunca desistir de lo que queremos lograr.
Un liderazgo sano siempre está en función
de ayudar, de aprender y de mejorar cada día, pero, sobre todo, un líder sano
siempre tiene el deseo de Servir.