Mantener las lámparas del Tabernáculo encendidas era un trabajo mancomunado del pueblo y el sacerdote Aarón. V 20 -21 “Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas. 21 En el tabernáculo de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.”
Mantener la
luz de Cristo encendida en el corazón del mundo entero es una responsabilidad
de todo el pueblo de Dios en cabeza de sacerdotes, líderes y pastores.
Por esta razón
Cristo nos llama la luz del mundo. Mateo 5: 14 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.”
La responsabilidad de todo cristiano es hacer que la luz de Cristo brille en el
mundo.
La única forma
que tenemos para hacer que la luz de Cristo brille en este mundo es a través de
nuestro comportamiento. V 16 “Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
La pregunta
que deberíamos hacernos es: ¿todas las personas con las cuales tratamos de
manera diaria, en nuestro trabajo, en el estudio o en cualquier otro lugar
donde estemos si ven en nosotros la luz de Cristo o por lo contrario ven en
nuestro comportamiento solo tinieblas.
No se trata
de que solo seamos luz en el templo y cuando salimos dé el seamos oscuridad, de
echo lastimosamente de muchos cristianos y ministros de Jesucristo se dice eso:
luz en la calle o en el templo, pero oscuridad en la casa o en muchos también se
podría decir: luz en la casa y en el templo, pero oscuridad en la calle todos
nos conocen como mal testimonio.
Nuestra luz
debe mantenerse encendida siempre de día y de noche, es decir en todos nuestros
actos debe reflejarse la luz de Cristo.
Como mantener
nuestra luz encendida las 24 horas del día.
1.Manteniendonos
en contacto con Dios a través de la oración. Efesios 6: 18 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica
en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos
los santos”
·
1.1. La oración nos permite vivir
en paz con nosotros mismos y con los demás, la oración no solo es para pedir o
exigir milagros.
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1.2. A través de la oración
afianzamos nuestra relación con Jesucristo y nos permite estar siempre en
intimidad con él.
2. Estando
siempre atentos a través del estudio diario de la palabra. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a
todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y
todo te saldrá bien.”
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2.1. Jesucristo a través de la
palabra nos da consejos que nos permite prosperar en todo lo que hagamos.
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2.2. Ser prospero no es lo mismo
que ser rico, rico es tener bienes materiales en abundancia, ser prospero es
tener la capacidad de poder vivir bien en cualquier situación que tengamos que
vivir, en abundancia o en escases podemos estar felices.