La ropa sacerdotal que utilizaba Aarón no era cualquier ropa, era una ropa especial diseñada con elementos especiales y significativos.
La ropa que
utilizaba lo identificaba como el primer sumo sacerdote.
Los hijos
recibirían unción a través de la ropa de su padre. A través de esa vestimenta
los hijos serian exaltados o empoderados como sacerdotes.
Hoy en día
la cobertura que ofrecemos a nuestros hijos no es a través de nuestra
vestimenta, pero si a través de nuestros actos.
Los padres
tenemos la capacidad de impactar en nuestras generaciones venideras, podemos
impactar para bien o podemos impactar para mal.
Nuestros
hijos no solo heredan de nosotros dinero o bienes materiales, también heredan
prestigio o desprestigio, honra o vergüenza.
Aunque
nuestros hijos no tienen la culpa de nuestros actos, la sociedad el día de
mañana vera como un sello en ellos lo que nosotros hacemos.
Pueden
decir que son hijos de alguien honorable digno de confianza o todo lo
contrario, lastimosamente nuestra forma de actuar o proceder se puede convertir
en una llave que les abrirá muchas puertas de oportunidad o en un candado que
les cerrara muchas puertas.
Nuestro
comportamiento tiene la capacidad de impactar de manera positiva o negativa
hasta la tercera y cuarta generación. Éxodo 20: 5 “No te inclinarás a ellas, ni las
honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la
maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de
los que me aborrecen,”
La ley de
la siembra y la cosecha no solo se aplica en cosas materiales, nuestros actos
se convierten en semilla que sembramos en la vida de nuestros hijos y nietos.
Todo lo que
nosotros sembremos posiblemente no lo cosechemos nosotros, pero si lo
cosecharan las nuevas generaciones.
Como
quieres que vivan tus hijos y nietos el día de mañana, eso dependerá de los
actos que siembres en ellos el día de hoy.
Si hoy
nosotros damos de beber al sediento o de comer al hambriento, mañana o cuando
nosotros ya no estemos con nuestros hijos alguien les proveerá de lo que necesitan.
Podríamos
acomodar el adagio del mundo no hagas a otros lo que no quieres que hagan con
tus hijos y nietos.
O podríamos
parafrasear lo que dice la palabra de Dios: haz a otros lo que quieres que
hagan con tus hijos o tus nietos el día de mañana. Mateo 7: 12 “Así que, todas las cosas que
queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con
ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
En que podemos impactar a nuestras Generaciones.
1.Nuestra
buena Relación con Dios. Deuteronomio 6: 6-7 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán
sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y
hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte,
y cuando te levantes.”
2.Nuestra
buena Relación con nuestro Prójimo. Mateo 22: 39 “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo”
Si tenemos
buena relación con Dios tenemos buena relación con nosotros mismos y si tenemos
buena relación con nosotros mismos tenemos buena relación con los Demás.
Nuestra forma
de ser y de actuar es lo que transmitimos a todas nuestras generaciones, los demás
son lo que nosotros les enseñamos a través de nuestro comportamiento.