Las mejores empresas del mundo son aquellas que no solo contratan personal para trabajar, ellos capacitan a su personal de manera muy profesional.
Del buen desempeño
de sus empleados depende el éxito de la empresa.
Si los
grandes empresarios que son humanos son exigentes con su personal, con mayor razón
lo es nuestro Dios.
Jehová de
los ejércitos es un Dios de perfección, el no admite mediocridad, es un Dios
exigente.
Jehová
exige frutos, a cualquiera que el llame a su servicio le exige resultados, de
esta forma el Éxito en el Reino de los cielos está garantizado. Mateo 7: 19 “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego”
La participación de las y los trabajadores en una Institución
dista de ser estática; es dinámica, multidisciplinaria e interactiva,
implica movilidad y cambios constantes, lo que precisa de nuevos
aprendizajes, por la que nunca se termina de aprender; es por tanto una
constante para las Instituciones, si éstas quieren ir a la vanguardia y
mantenerse vigentes.
Las
iglesias cristianas son sin ánimo de lucro es verdad, pero también son sin ánimo
de pérdidas y lógicamente tampoco con ánimo de mediocridad. El que una
institución sea sin ánimo de lucro no significa que se deba servir de cualquier
manera.
Algunos
dicen es que la iglesia no es un negocio, Jesucristo consideraba que desde muy
pequeño estaba en los negocios de su padre. Lucas 2: 49 “Entonces
él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre
me es necesario estar?”
Jehová antes de llamar a alguien a su servicio, lo capacita y lo dota de todo lo necesario para cumplir con su ministerio. V 1-4 “Habló Jehová a Moisés, diciendo: 31:2 Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 31:3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, 31:4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,”
Para triunfar
en la vida se necesita mucho mas que tan solo tener dones, talentos y diferentes
habilidades, se requiere tener sabiduría e inteligencia. V 3 “y lo he llenado del
Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia”
La inteligencia
nos puede llevar a ser muy creativos y recursivos, una persona inteligente
puede crear o emprender cualquier negocio. V 4 “para inventar diseños, para trabajar en
oro, en plata y en bronce”
Pero la sabiduría
es la que nos dice, si eso que la inteligencia nos dice que hagamos es
conveniente hacerlo o no. Hay cosas que parecen buenas a la luz de la
inteligencia humana, pero la sabiduría se encarga de mostrarnos la realidad.
Con los
dones y los talentos que Dios nos da sumados a la inteligencia y sabiduría de Jesucristo,
podemos estudiar para montar empresa y no solo para aspirar a ser un empleado más.
Dios nos da
talentos mediante los cuales podemos ser prósperos, pero esto no quiere decir
que debemos utilizar las destrezas que Jesucristo nos ha dado para olvidarnos
de él. V 14 “Así
que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo
profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él,
aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.”
No tomes
como pretexto tu trabajo para dejarte de congregar. Hebreos 10: 25 “no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Jesucristo
se encarga de capacitar y dar todos los recursos necesarios a quien él llama a
su servicio, si tú eres uno de los llamados por Jesucristo a servir en su obra,
no te preocupes, deja de actuar en lo natural para que fluya lo sobre natural