Todos los seres humanos pecamos de manera constante, somos pecadores por naturaleza.
Lo peor que podemos hacer es negar el
pecado o la equivocación que hemos cometido. 1 Juan 1: 8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”
Jesucristo es consciente
de nuestra forma de comportarnos, él sabe que somos pecadores, para
purificarnos y hacernos libres de ese pecado lo único que tenemos que hacer es
confesarlo, arrepentirnos y pedirle perdón a Jesucristo. V 9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”
Satanás sabe que Jesucristo
es misericordioso y justo y que él nos perdona, por eso el quiere mantenernos
esclavos a través del sentimiento de la culpa.
En la antigüedad se debía hacer
sacrificio por el perdón de pecados, pero también se debía hacer sacrificio por
la culpa. Levítico 7: 7 V 7 “Como el sacrificio por el pecado, así es el
sacrificio por la culpa; una misma ley tendrán; será del sacerdote que hiciere
la expiación con ella”
Jesucristo no
solo quiere perdonar nuestro pecado, él quiere hacernos libres de ese
sentimiento de culpa.
Muchos cristianos
saben que Jesucristo ya los ha perdonado, pero les es imposible liberarse de la
culpa.
Los seres
humanos experimentamos la culpa y no sabemos bien por qué, nos sentimos
responsables de las desgracias ajenas y nos negamos a ser quienes somos para no
dañar a los demás, o culpamos al mundo y a quienes nos rodean de nuestras
incapacidades y dificultades. Lo cierto es que atormentarte por la culpa, no
nos hace mejores personas. Todo lo contrario, nos impide mejorar.
Asumir la responsabilidad propia en los daños
reales e imaginarios es el camino auténtico para superar esta inútil faceta del
sufrimiento.
Que causa el sentimiento de Culpa.
1. Nos paraliza. La culpa nos impide avanzar, las
personas que no pueden superar su culpa, les da miedo volverá a comenzar nuevos
emprendimientos.
2. Se siente avergonzada, esto hace que no se atreva
a mirar de frente o levantar su cabeza, se siente indigna delante de Dios y de
su familia.
Como liberarnos de la Culpa.
1. Aceptando que Jesucristo se olvida de nuestro pecado. Hebreos
8: 12 “Porque seré propicio
a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades." Jesucristo se olvida de nuestros errores, satanás a
través de otras personas se encarga de estarnos recordando nuestra equivocación.
2. Aprendiendo de nuestro error. La culpa no permite que
aprendamos, la libertad nos hace ver el error, pero también la solución. Los errores
deben llevarnos a mejorar lo que hacemos y lo que somos.