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Levítico 9. Un encuentro con Dios

 

Lo importante de cualquier relación de pareja y lo que la mantiene avivada son los diferentes encuentros que podemos tener.

No importa cuánto amor se tengan las parejas si sus momentos de encuentro menguan, su amor se enfriará.

Los encuentros son la leña que avivan ese fuego de Amor.

Lo mismo sucede con Jesucristo podemos creer que él hace milagros, pero lo que aviva nuestro amor por él, son los encuentros que podamos tener.

La razón por la cual muchos cristianos viven en desánimo y cada vez se sienten más alejados de Dios es porque buscan a Dios solo, para exigirle milagros y no para estar a su lado.

Un verdadero cristiano recibe milagros a medida que disfruta de la presencia de Dios. Salmo 37: 4 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.

Obtener milagros mientras disfrutamos de la presencia de Dios significa que podemos orar no solo para reclamarle milagros, podemos orar para agradecerle por sus maravillas en nosotros.

Jesucristo quiere de nosotros demostraciones de amor, en una relación de pareja normal sus encuentros no son para hablar sobre las deudas o compromisos que pueden tener, sus encuentros son para manifestarse su amor.

Esas conversaciones sobre las diferentes obligaciones de familia las tienen en otro momento también especial.

Podemos conversarle a Jesucristo sobre nuestras necesidades, pero no podemos hacerlo cada vez que estamos con él, debemos destinar momentos para disfrutar de su presencia.

Como atraer la gloria de Dios.

1. Creyendo y anhelando la gloria de Dios. Juan 11: 40 “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” es imposible conseguir algo que no se cree y que tampoco se desea.

·       1.1. Para muchas personas incluso para muchos cristianos les resulta más fácil creer en que se le aparcera el diablo o cualquier otro espanto, a creer que se les aparecerá el espíritu de Dios.

·       1.2. Debemos creer que Jesucristo nos bendice con su presencia por que el cumple sus promesas. Mateo 18: 20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

2. Debemos preparar el lugar para que descienda la presencia de Dios. V 4 “Asimismo un buey y un carnero para sacrificio de paz, que inmoléis delante de Jehová, y una ofrenda amasada con aceite; porque Jehová se aparecerá hoy a vosotros” en la antigüedad creían que la presencia de Dios descendía cuando se le ofrecía diferentes sacrificios y ofrendas.

·       2.1. La mejor ofrenda que le podemos ofrecer es la alabanza, a través de la Adoración y la alabanza podemos atraer la presencia de Jesucristo.

3. Debemos estar totalmente convencidos que cuando nos reunimos para alabarle la presencia de Dios desciende. V 6 “Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó Jehová; hacedlo, y la gloria de Jehová se os aparecerá.

4.Congregandonos. V 23 “Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de reunión, y salieron y bendijeron al pueblo; y la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo” cuando nos reunimos como pueblo de Dios podemos disfrutar de su presencia.

·       4.1. Es por esta razón que no podemos dejar de congregarnos. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

·       4.2. Los humanos somos seres de costumbre, nos acostumbramos a lo bueno o a lo malo, podemos acostumbrarnos a congregarnos siempre y disfrutar de la presencia de Dios o podemos a acostumbrarnos a no congregarnos y cualquier cosa por insignificante que sea se convierte en buen pretexto para no ir al templo.

5. Siempre estando dispuestos para honrar, alabar y glorificar el nombre de Jehová y de Jesucristo su hijo. V 24 “Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.” Solo cuando estamos dispuestos, podemos disfrutar de la presencia de Dios.

Cuando te congregues no lo hagas por costumbre o porque te toca, porque no podrás sentir la presencia de Dios. Congrégate porque quieres sentir la presencia de Dios, dispón tu corazón para estar delante de Jesucristo.