Todos los seres humanos cometemos errores o nos equivocamos de manera constante y en especial como padres.
Obviamente nadie nacimos siendo
padres, ni tampoco hay una escuela donde nos podamos matricular, muchos
aprendemos de los errores propios y algunos a través de las vivencias de otros.
Jueces 13: 8, 11-12 “Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo:
Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a
venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de
nacer. Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer; y vino al varón y le dijo:
¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y él dijo: Yo soy. Entonces Manoa
dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del
niño, y qué debemos hacer con él?”
Equivocaciones de un Padre.
1. No hacemos que nuestros hijos conozcan
a Jehová Dios. V 12 “Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.” una cosa
es conocer de Dios otra muy diferente es conocer a Dios. Debemos involucrar a
nuestros hijos en nuestra relación con Dios. Orar y estudiar la palabra juntos.
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1.1. Muchos padres cristianos dicen: yo dejo que mi
hijo tome la decisión cando él quiera, el problema es que mientras el padre
espera pacientemente, el mundo ya lo tiene convencido hace ratos.
2. No hacemos que honren las cosas
de Dios. Los actos de adoración a Dios tales como el culto, el ayuno, la
oración deben ser eventos de respeto. V 17 “Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los
jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.” Muchos hijos
hacen del templo una cancha de futbol o un parque de distracción y los padres
no corrigen.
3. Permisividad. Muchos padres solo
ven y oyen que sus hijos pequeños están causando daños, pero no corrigen se
limitan a decir de manera constante.: “niño estese quieto” V 22-24 “Pero Elí era muy viejo; y oía de
todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres
que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. Y les dijo: ¿Por qué hacéis
cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes.
No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al
pueblo de Jehová.”
4. Idolatrar a los hijos. V 29 “¿Por qué habéis hollado mis
sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; ¿y has
honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las
ofrendas de mí pueblo Israel?” creemos que son el centro del universo. Debemos
amarlos mas no adorarlos. Muchos hombres y mujeres prefieren a sus hijos por en
sima de su pareja. Tu hijo por muy lejos que viva siempre será tu hijo. Nunca se
escucha decir mi ex hijo. Pero si se escucha con mucha frecuencia decir: mi
exesposo(a)
5. No corregirlos a tiempo.
Proverbios 23: 13 “No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.” No
esperes a que tu niño sea mayor de edad para corregirlo porque puede ser
demasiado tarde.
6. Tratar de ser los mejores amigos
de nuestros hijos. No es malo ser amigo de nuestros hijos, lo malo es cuando
tratamos de agradarlos como amigos y nos olvidamos que somos sus padres para
corregirlos y no exigimos honra de parte de ellos.
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6.1. Jehová como buen padre que es, exige honra de
parte de nosotros. Malaquías 1: 6 “El hijo honra al padre,
y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy
señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh
sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu
nombre?”
7. Olvidarnos que son niños Y
Maltratarlos. Colosenses 3: 21, Efesios 6: 4 “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no
se desalienten. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino
criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” La honra y la autoridad no
se la exige, se la ejerce.
8. Sobreproteger. La
sobreprotección nos lleva a la inutilidad. El deseo de Jehová no es sobrecoger,
su deseo es entrenar. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para
la batalla, Y mis dedos para la guerra;”
9. Prometer y no cumplir. Las
promesas se deben cumplir sean galardones o castigos. Eclesiastés 5: 4 “Cuando a Dios haces promesa, no
tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que
prometes.”
10. No conocer a nuestros hijos.
Sus habilidades, sus límites. Esto nos ayuda a comprenderlos. Juan 10: 27 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me
siguen,”
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10.1. El mal uso del celular puede ser una causa del
mantener descuidados a nuestros hijos y no prestarles atención.
11. Comparar entre hijos. Cada uno
es diferente. 1 Pedro 4: 10 “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios.”
12. Preferir a unos más que a
otros. El preferir a alguien hiere el corazón de los demás. Jacob amaba tanto a
su hijo José que hizo que sus hermanos lo odiaran. Romanos 2: 11 “Porque en Dios no hay acepción de
personas.”