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1 cronicas 21. El mal de la Vanidad

 

Un censo es lo que en el comercio se podría llamar un inventario, es decir el censo lo que pretende es saber cuántas personas hay para conocer su situación y de acuerdo a ello poder tomar medidas de acción en cuanto a su desarrollo.

En teoría se podría decir que censar a un pueblo no tiene nada de malo de hecho Dios muchas veces lo permitía para saber con cuantos se contaba para la guerra. 2 crónicas 25: 5 “Reunió luego Amasías a Judá, y con arreglo a las familias les puso jefes de millares y de centenas sobre todo Judá y Benjamín. Después puso en lista a todos los de veinte años arriba, y fueron hallados trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo.

En este caso vemos como Jehová se enoja con David porque hace un censo solo para vanagloriarse de su poderío.  1 crónicas 21: 7-8 “Asimismo esto desagradó a Dios, e hirió a Israel. Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente

Satanás fue quien tentó a David. V 1 “Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel” pero fue Jehová Dios quien le permitió a satanás que lo hiciera. 2 Samuel 24: 1 “Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá.

Consecuencias de la Vanidad.

1. Rechazo de los demás. Dios al igual que cualquier persona se mantiene alejado de toda persona altiva, la vanagloria es ocasionada por la altives. Salmos 138: 6 “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.

2. Se Cree más que los Demás. Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” las personas que se creen más que los demás tienen problemas para una sana convivencia.

3. Cree que con lo que hace es más que suficiente por esto cae en la mediocridad o inutilidad. Lucas 17: 10 “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.

3. Le Gusta ser el centro de Todo, solo habla de él y desconoce el poder y la ayuda de Dios. Nadie en la tierra puede lograr grandes cosas sin la participación de los Demás. Juan 7: 18 “El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia. 

4. Le Gusta ser el Primero pero no le Gusta servir. Marcos 9: 35 “Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.” Las personas que no sirven incomodan la vida de los demás.

Como Evitar la Vanidad.

1. Dejar el Exceso de Amor por uno Mismo. Jesucristo manda a que nos amemos a nosotros mismo con el propósito de poder amar a los demás. Mateo 22: 39 “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

2. Valorando el trabajo y el esfuerzo que hacen los Demás. Cuando entendemos que el trabajo de los demás también es importante no nos creemos más que ellos.

3. Aprendiendo a manejar los halagos que otros nos hacen. Muchas personas se creen en gran manera cuando otros reconocen su buena labor.

Debemos valorar lo que hacemos y sentirnos orgullosos por eso, pero sin irnos al extremo de ignorar a los demás y solo pensar en nosotros y en lo bien que hacemos las cosas.