Para mantener una excelente relación con alguien ya sea a nivel económico con un socio, sentimentalmente o emocionalmente con nuestra pareja, a nivel de amistad con cualquiera de nuestros amigos es necesario mantener una buena comunicación de manera constante. El mantenernos en contacto es lo que nutre y fortalece nuestra relación, entre mas nos comunicamos mas nos unimos y nos necesitamos.
Entre
menos nos comunicamos menos nos necesitamos y la relación poco a poco se va
desnutriendo, debilitando y en algún momento llega a su muerte total.
El
adagio popular dice: quien no me pregunta es porque no me necesita. Si cuando
te vas de un lugar y nadie pregunta por ti es porque posiblemente tu relación
con ellos no era la mejor.
En lo
espiritual Jesucristo nos habla a nosotros sus seguidores a trabes de la biblia
que es su palabra. Nosotros le hablamos a Jesucristo a través de la oración que
es nuestro medio de comunicación.
La
comunicación o la oración con Jesucristo debe ser de manera constante. De
manera personal lo podemos hacer dedicando tiempos de oración.
Cuando
se trata de mover las fuerzas sobrenaturales a favor de un pueblo, debemos
estar siempre en oración las 24 horas del día y la única forma de lograrlo es
por turnos de oración constante. V 1 “También
los hijos de Aarón fueron distribuidos en grupos. Los hijos de Aarón: Nadab,
Abiú, Eleazar e Itamar.”
La
rotación de estos turnos de oración se haría durante las 24 horas. V 18 “la vigesimatercera a Delaía, la vigesimacuarta a
Maazías.” En la congregación cada intercesor podría tomar
una determinada hora para entrar en oración o intercesión de esta forma
tendríamos cubierto todo el día por el poder de la oración.
Para que esta forma de oración o intercesión grupal o en equipo no se
vuelva una carga debemos entender y tener muy en claro que no es un mandato de
hombres, el mandato proviene de Dios mismo. V 19 “Estos fueron distribuidos para su
ministerio, para que entrasen en la casa de Jehová, según les fue ordenado por
Aarón su padre, de la manera que le había mandado Jehová el Dios de Israel.”
Para que nuestras oraciones no sean siempre las mismas se debe nombrar
un coordinador que haga un plan de oración diaria para cada intercesor y sobre
este plan de oración se debe orar conforme el espíritu santo le revele.
El mantenernos en oración constante fortalece y nutre nuestra relación con
Jesucristo, entre más nutridos espiritualmente estemos, más fácil será para
nosotros soportar las dificultades de este Mundo.