Parece algo contradictorio, pero lastimosamente ara muchas personas la bendición se le convierte en maldición por su arrogancia. Jehová es un Padre maravilloso que quiere lo mejor para nosotros. V 13 “En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.” Jesucristo nos da todo lo necesario para triunfar ya depende de nosotros si lo hacemos o no.
Dios nos
hizo para brillar. V 14 “Tú, querubín grande,
protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de
las piedras de fuego te paseabas.” Una estrella no busca brillar, fue
hecha para proyectar luz, tú y yo no necesitamos buscar brillar, simplemente
brillamos por estar Cristo en nuestro corazón.
Tenerlo
todo, ser enaltecidos no es pecado, dejar que nuestro corazón se enaltezca por
lo que tenemos es pecado. V 17 “Se enalteció tu
corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu
esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que
miren en ti.”
Dios
quiere bendecirnos con prosperidad. V 4 “Con tu
sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y
plata en tus tesoros.” Las riquezas no son malas, lo malo es el exceso
de amor a las Riquezas.
No dejes
que la prosperidad que nos da Dios dañe nuestro corazón. V 5 “Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has
multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu
corazón.” Muchas personas cuando no tienen nada, son humildes y
serviciales, cuando Dios los bendice se olvidan de el y de las personas que
Jesucristo utilizo para darle todo lo que tiene.
Dios nos
enaltece, pero la vanagloria es la que nos destruye. V 2,6 “Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho
Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios,
en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no
Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; Por tanto, así ha dicho
Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios,”
Dios nos enlentece para que podamos serle útil a él en este mundo ayudando a
quienes lo necesitan.
Como
mantenernos en alto
1.
haciendo lo bueno. Génesis 4: 7 “Si bien hicieres,
¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con
todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.”
2.
Siendo humilde. Mateo 23: 12 “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se
humilla será enaltecido.” Lucas 1: 52 “Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los
humildes.”
El mayor amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado enemigo, el
prejuicio; y su constante compañera, la humildad
