Moisés no se atrevía a salir a ningún lado si Jehová no iba con él. V 15 “Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”
La
presencia de Jehová en su vida le garantizaba éxito en todo lo que hacía y
sobre todo no se angustiaba, sentía descanso en su alma. V 14 “Y él dijo: Mi
presencia irá contigo, y te daré descanso.”
Todos los días
cada mañana cuando nos levantamos iniciamos una nueva batalla que tenemos que
librar.
Cada
propósito o cada meta que nos proponemos lograr se convierte en una batalla
para nosotros.
Las
personas de fracaso se levantan cada mañana con la ilusión de tener un día
calmado lleno de confort, les huyen a las batallas del día.
Las
personas de éxito cada mañana buscan una batalla que librar, es decir cada
mañana se señalan una meta que alcanzar.
Las
personas de éxito no les tienen miedo a las diferentes batallas que ellos
mismos se imponen, ellos saben que es Jehová quien va a delante, abriendo
camino y peleando por ellos. Éxodo 14: 14 “Jehová peleará por
vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” el que el
pelee por nosotros no significa que nosotros nos tengamos que despreocupar.
Esto quiere decir que nuestras batallas con la ayuda de Dios son más fáciles de
librar.
Lo que más
debemos clamar es por su presencia, pero muchas de nuestras oraciones solo son
para reclamar un milagro y en muchas ocasiones hasta para recriminarle por no
hacernos el milagro.
El pueblo
de Dios estaba acostumbrado a que Jehová siempre marchara con ellos, pero en
esta ocasión Jehová no los acompañaría, ya que el pueblo no lo merecería. V 3 “(a la
tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti, porque eres
pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.”
Jehová les
daría todo lo que les había prometido, la tierra que fluye leche y miel, es
decir una tierra prospera. Pero para el pueblo tener solo lo materia y no la parecencia
de Dios no era agradable. Éxodo 33: 4 “Y oyendo el pueblo esta mala
noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos.”
Las cosas
materiales o la riqueza que nos da Dios de nada sirven si el no está con
nosotros, muchas personas son ricas y millonarias nada les hace falta en lo
material, pero su corazón es vacío.
Las
riquezas por si solas no producen felicidad, es la presencia de Dios la que nos
hace felices, el exceso de dinero sin el amor de Cristo nos hace insensibles,
incapaces de disfrutar con los demás.
Que produce la presencia de Dios en Nosotros:
1. Su
presencia se evidencia en todo lo que hacemos. Génesis 22: 21 “Aconteció en aquel mismo
tiempo que habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham,
diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces.” Todas las
personas con quien nos relacionamos notan la presencia de Dios en nosotros.
2. Nos
sentimos protegidos. Josué 1: 5-6 “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu
vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te
desampararé.
1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la
tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”
El sentir la presencia de Dios en nosotros nos da seguridad en lo que hacemos.
·
2.1. La seguridad con la que
actuamos es lo que atrae la prosperidad, el actuar con seguridad hace que todo
lo que hagamos quede bien.
La
presencia de Dios en nuestra vida es lo que nos asegura la victoria en todo lo
que hacemos, que Jesucristo este con nosotros no es garantía de no tener
batallas que librar, su presencia nos fortalece para luchar y ganar.